Hoy, 7 de febrero de 2.010, pongo inició aquí, a un nuevo blog, dedicado a la cocina, en un sentido muy amplio. Porque esta es, probablemente, después de viajar, la pasión que más me llena. No pretendo mostrarme experta ni entendida en nada, sino ofrecer visiones, comentarios, formas de hacer las cosas o recetas, completamente personales (aunque experimentadas y con fundamento). Como siempre, si a alguien le sirven, lo celebro. Y al que discrepe o quiera añadir algo más, ahí tiene los comentarios, para aportar o debatir. Habrá fotos, pero poco a poco.

lunes, 15 de marzo de 2010

El Tabuleh (ensalada libanesa o árabe) y el Fattoosh

La palabra Tabuleh, viene de la raíz del verbo árabe, tabbal, que significa aliñar o sazonar. Esta aromática ensalada, que se sirve fría, parece ser de origen sirio, aunque hoy en día, los verdaderos maestros, en la elaboración de este riquísimo plato, son los libaneses. Y digo parece, porque otras versiones, hablan del propio Líbano, como lugar de procedencia de la receta.

El fattoosh, es una ensalada también fría, que comparte muchos de los ingredientes del tabuleh. Es realmente delicioso (quizás, resulte ser nuestro mezze favorito)

Ambos platos, no en todas las regiones de Siria o Líbano, se hacen de la misma manera. Hay en lugares, que el tabuleh, es una ensalada, casi completamente verde –despreciando el tomate-, mientras en otras, es algo más colorido. Personalmente, yo, soy de esta segunda opinión.

Tabuleh: Se comienza, partiendo en cuadrados de tamaño medio, unos tomates despepitados y pelados, pimiento verde, pepino y cebolleta. Se sazona, se le añade aceite de oliva y una buena cantidad de jugo de limón (aunque esta no es la versión oriental, queda más suave y rico, con el jugo de unas limas). Se puede poner como cama en el fondo de la ensaladera, unas hojas de lechuga tiernas. He visto, que hay quien le añade también pasas, pero yo, no soy demasiado partidaria.

Hasta aquí, casi no dejaría de ser, lo mismo que una ensalada tradicional, sustituyendo el vinagre por el limón. Pero lo que le da al tabuleh, su vistosidad, aromas y gusto, es el añadirle, generosas cantidades de perejil, cilantro y menta o hierbabuena (o incluso ambas, dependiendo del gusto). Al preparado anterior, se le añade trigo bulgur o sémola, previamente cocinados.

El fattoosh, tiene casi los mismos ingredientes. En este caso, la lechuga, va finamente picada y no de fondo, junto al tomate, las cebolletas, el pepino, un ajo, además del perejil, el cilantro la hierbabuena o menta, el aceite de oliva y el jugo de las limas. Pero lo que varía respecto al tabuleh, es que en vez de añadirle trigo o sémola, se incorporan, pequeños trozos de pan libanés (especie de pan de pita, pero mucho más crujiente, al haber sido frito). Si no se dispone de este, se pueden cortar algunas rebanadas del normal y partirlas en daditos, que se fríen en aceite muy caliente y se sacan enseguida.

Otra rica especialidad, de la cocina de la zona –especialmente, en el área de Palmira-, es el mensaf. Se trata de un plato de cordero, arroz y piñones –o almendras-, que lo acompañan, de un enorme cuenco de yogurt y un par de bandejas de encurtidos. El yogur se mezcla con el arroz y el cordero, si se desea, aunque la combinación, resulta algo fuerte. Pero de él, hablamos más extensamente otro día.